15 May, 2015

Nunca silbaré a Iker

Pagar una localidad no concede la razón en sí mismo. Ni siquiera permite la libertad de expresar la opinión, ya que eso sucede gracias a la Constitución y no al precio de la entrada. Dicho de otro modo, poder expresarse no implica que se tenga razón ni siquiera porque sean muchos o pocos quienes lo hagan. Tengo un criterio claro a la hora de juzgar a los futbolistas y considero inadecuado que se silbe a jugador del equipo con el que se simpatiza porque sólo causa daño y no aporta solución.iker

Iker es extraordinario. Su recorrido resultó siempre  excepcional desde que, un buen día, alguien lo sacó del colegio para incorporarlo a una expedición  Champions. Han transcurrido dieciséis años y sigue siendo uno de los grandes guardametas del fútbol mundial, además de incorporar en su palmarés todos los títulos posibles, tanto individuales como colectivos.

El problema para Iker nació cuando alguien intentó despreciarlo y Casillas no encontró defensa. Nadie podía o quería enfrentarse al que soñaba con verlo fuera. La crispación creció como una semilla plantada por el diablo y desconozco si tiene solución. Se necesita reflexión y conciencia. Tengo gran confianza en Iker; como portero, lo considero un héroe y sé que tardaremos muchos años en ver otro como él, con sus condiciones, su rendimiento y su carácter, al que suma una capacidad de dialogo y saber estar propia sólo de los grandes deportistas.

Nunca silbaré a Iker. Goza de un nivel profesional fuera de serie y nunca es bueno personalizar los desaciertos colectivos. Casillas merece más respeto y lo pido en beneficio del club y del fútbol español. Un grande.