24 Jun, 2003

Cita a ciegas en el Atlántico

Pase lo que pase en el Manzanares, toda España tendrá que mirar hacia Vigo. Lo fundamental es lo que acontezca en Balaídos porque la Real Sociedad puede ser campeón de liga mientras que ningún otro equipopodría serlo esta noche. Pero hay más razones para estar allí esta noche y no en Madrid. El Celta se juega la clasificación para la próxima Champions, lo que constituye todo un éxito. Y vuelve Karpin a su casa de siempre, a aquella de la que nunca debió marcharse porque Valery es el primer caso en la historia conocida de ciudadano con doble nacionalidad ruso-viguesa. Su figura ha significado un paso decisivo en la Real, un equipo en el que pocas personas han cambiado desde la temporada anterior. Confieso que soy un profundo admirador de Karpin, que es una de mis debilidades, uno de mis puntos flacos y que, si fuera chica, lo habría invitado a bailar. La liga se juega ahí, a las orillas del río Lagares, muy cerca de los paraísos perdidos de Canido, Nigrán, Panxón, A Ramallosa y Baiona, donde el viento de las Cíes sopla con aires de grandeza espiritual. El Partido, así con mayúsculas, es el de Vigo, sin ninguna duda. De reojo, todos mirarán hacia Bilbao, por si acaso, y Madrid, sí, pero la atención se centra en Balaídos. Esta es una liga especial. El Madrid debió haberla ganado ya hace tres semanas, de haber rendido al nivel que se esperaba de sus estrellas. Sin embargo, la Real, jugando una sola competición, ha sido capaz de desplegar un fútbol de alto nivel y de conseguir excelentes resultados, también en los choques directos. No sé si los guipuzcoanos van a ganar la liga pero han hecho todos los méritos. Ganarla o perderla a hora solo implicaría una mayor dosis de alegría para un pueblo que necesita satisfacciones. Y el Celta, enfrente, ofrecerá la mejor razón para querer ganar. No ha sido el Celta más bello de la historia pero su clasificación invita a pensar que Lotina y sus futbolistas han hecho un buen trabajo. El premio final depende de ellos. Estoy seguro de que escuchando la radio, esta noche seré muy feliz por un final tan apretado, interesante, hermoso y futbolístico. Por eso, esta noche quiero estar en Balaídos.