España es un país que, cada día, vive más de la caridad porque, lamentablemente, lo necesita más cada vez que amanece. Gracias a la generosidad de los ciudadanos, aumentan los actos solidarios con los más desfavorecidos.

El mundo del deporte colabora de forma intensa en estas valiosísimas actitudes y resulta normal que los más famosos de nuestros deportistas, y también los más discretos, apoyen toda clase de movimientos caritativos. Hace una semana fue la Fundación Isabel Gemio la que celebró su cena solidaria en la Residencia de la Real Federación Española de Fútbol, la casa de la Selección. Un éxito.

Hoy, el Rastrillo Nuevo Futuro y el puesto de La Venta del Toro, con Pina Sánchez y Maribel de la Fuente, bajo la presidencia de honor de la Infanta Doña Pilar, ofrecerán al público, a las 12,30, la exposición de las Copas de Europa y la Copa del Mundo tan brillantemente conquistadas por la Selección Nacional. A ellas se sumarán actuaciones de Huecco, Toño Sanchís y otros, con un menú solidario del Asador Donostiarra del gran Pedro Ábrego, filántropo insuperable. Gracias a estas personas, y a la aportación del fútbol en su vertiente social, más de seis mil niños de familias desestructuradas y con graves problemas sociales tendrán un nuevo hogar, un Nuevo Futuro. La Selección Nacional y la Real Federación Española de Fútbol no se preocupan de ganar sólo en la hierba. Son felices ayudando a quien lo necesita, en la medida en que ello es posible. Un gran ejemplo a seguir. Si el fútbol nos llena de alegrías deportivas, también debemos agradecerle su inmensa solidaridad y filantropía.